19 ene 2011

Caja de música

Al auxilio de nosotros mismos
Abriste la tapa de aquella caja.
Voló el polvo como los pesares.
Y sólo quedó la música
Y la bailarina girando girando girando.
Sin palabras, tomados de las manos
La música calmó nuestras fieras.
La música nos amaba.
La música cesó.
Se deshizo en miles de angustias para tu silencio.
Al rescate de nosotros mismos le di cuerda.
Pero la bailarina no giraba, la melodía ya no era la misma.

¿Qué cambió la dirección del azar en aquel instante?
¿Acaso osciló ciega la luz proyectada de las sombras?
¿Qué palabras debimos decirnos y callamos?

Lo rompiste, dijo.

Como siempre, tienen razón.

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