Vengan a mí vuestras luces, tierra agua aire fuego
Puedo oficiar de camarero, de mosca zumbadora,
De cuadro en la pared, de hielo en los vasos de scotch.
Vengan a mí vuestras luces, poetas de las cenizas
Viajantes de los tiempos, oropeles en papeles marfil.
Olvidaré que no soy joven, que el viento llevó mi sombrero,
Que a mi playa se le inundó el hotel más caro a mis sentidos.
Ustedes que tienen cientos de vidas de soledad a sus espaldas,
Que domaron el dolor a fuerza de silla y látigo en el circo de las épocas
Que el caos respirado en las atmósferas oscuras fue multiplicado
En miles y miles de páginas para sedientos y hambrientos profanos.
Ustedes, perdónenme si esta noche me escabullo en sus laberintos
Si les pido vengan a mí sus elementos básicos, tierra aire fuego agua
Que vengan a mí vuestras luces, que sus alas de insomnio me trasladen
Trashumantes y mutiladas hasta la cárcel del sueño imposible de llegar.
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